Porque al menos en la revolución hay que buscar la congruencia lo hago en esta reseña, que busca no sólo ser eso sino un análisis, como lo requiere la acción realizada por el Movimiento de maestros del estado de Veracruz, suscrito a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y orillado políticamente a las siglas de Morena, partido que adoptara al mismo en plena efervescencia de lucha por evitar que pasara la reforma educativa y que encabezara el después candidato a la gubernatura, Cuitláhuac García.
El Foro fue un acto político, de esos donde se escucha y se debate, de esos donde se analiza al enemigo y se convive con el que más sabe, con la charla amena, insútil, gregaria, la charla necesaria, la que busca ser explosiva, inconcordar. Lo importante del Foro es que se llevó a cabo en Naranjos, con ponentes de gran nivel y otros chambones pero carismáticos, unos comprometidos con el movimiento otro no, qué importa si lo necesario es continuar la lucha.
La culpable de que el Foro fuese realidad fue la maestra Norma Aidé, quien se echó el paquete, que luchó porque se hiciera, porque la lucha desde ahí empieza, desde hacer responsable, agarrar al toro por los cuernos, buscar, llamar, urgar entre la gente, buscarla, convencerla, traerla hasta Naranjos, convocar, arriesgarse. El riesgo es pertinente, es como agarrar un fusil e irse a la guerrilla para caer en combate. Aventarse el paquete es seguir luchando, provocar el disidente cantar de Venceremos, tan luctuoso y tan triste, tan aparentemente rancio y vetusto como el marxismo, tan caduco pero cierto, tan necesario. La maestra Norma Aidé convoca y no van todos los que tienen que ir, como pasa siempre, pero van otros y nos acompletamos y empieza la charla, la crítica, la cátedra de historia impartida por un cubano, la invitación a la lucha, el regaño. En México todos somos criticones pero nadie hace nada, hasta yo: esto estuvo mal, esto debió ser así, por qué trajiste a éste y no a este otro, te falló esto, pero la verdad es que el Foro estuvo a toda madre, hablamos, discursamos, criticamos, gritamos, vitoreamos, pensamos que el futuro será menos cabrón que el presente, sentimos, como si estuviésemos en campaña electoral, que vamos a ganar, que al final es lo único que importa.
El Foro fue un acto político de la izquierda aparentemente dormida. Ahí estábamos los que quisimos estar, sin acarreados, sin coacciones, sin promesas, invitados nadamás, somnolientos, combatientes pocos pero presentes un poco más, Un acto político donde no llegó Morena de Naranjos, ese Morena que le ganó al PAN en las elecciones pasadas a gobernador y a diputados, ni el dirigente de Morena llegó en señal de falta de compromiso, de apatía política, de incongruencia; había puro profesor, puro del movimiento, desgarrándose en un grito, en una atención al que llegara, verdaderos compañeros, camaradas insurrectos, pequeñoburgueses atentos y agradecidos de este Foro, al cual llegaron mentes capaces, abiertas, críticas; pocas veces ha habido un eevento así, de tal alto nivel, como los que hace la izquierda nacional en lugares como Xalapa, México, Guadalajara, Monterrey y ahora Naranjos, en una especie de escuela de cuadros donde aprendemos la subversión y la historia.
Foro inolvidable gracias a los maestros de izquierda que estuvieron ahí participando, a la maestra Norma Aidé, que quién sabe de dónde salió, dónde estaba escondida, de dónde saca fuerzas para luchar, para hacer tantas cosas en pro del movimiento, hasta soportar la ausencia de quienes debieron de estar, la partida prematura de algunos, la inconformidad irracional de otros y el tergiversado discurso de los criticones que no entienden que Cuitláhuac García es un personaje de foto y una motivación más para continuar en la lucha.
Cuitláhuac Chávez Salinas