El 2 de octubre es una fecha emblemática para todos los mexicanos, un día como hoy en 1968, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz reprimió a miles de estudiantes que había realizado una marcha y se habían congregado en la mítica Plaza de Tlatelolco, donde llegaron policías, soldados y grupos de civiles armados por el propio gobierno y mataron a miles de estudiantes .
El gobierno, como siempre, negó la masacre y dijo irresponsablemente que había sido una pelea entre pandillas de las prepas de la UNAM y del Poli y justificó los hechos de violencia diciendo que tenían que hacerlo para evitar más derramamiento de sangre. Según las investigaciones de familiares, asociaciones civiles y estudios de críticos al gobiernos, en realidad hubo más de 5 mil muertos y desaparecidos. La represión fue mortal y Gustavo Díaz Ordaz tuvo la desfachatez de reconocerlo en su entrega de gobierno, sin que cayera sobre él culpa alguna o castigo alguno.
La masacre de Tlatelolco ha sido la más horrorosa de todos los tiempos en nuestro país y los medios de comunicación no sólo callaron sino que taparon vergonzosamente la matanza llenándose los bolsillos de billetes sucios y demostrando la falta de ética de los periodistas y el nivel de corrupción que imperaba en nuestro país.
Después del 60 pensamos que ya o iba a volver a suceder otra masacre como la de Tlatelolco, porque miles de mexicanos lucharon y siguen luchando porque así sea y sin embargo en 1971 volvió a suceder, el gobierno de Luis Echeverría reprime a un grupo nutrido de manifestantes y han cientos de desaparecidos y varios muertos no sólo estudiantes sino periodistas, maestros, obreros. Y por si fuera esto poco, en pleno siglo XXI, en 2014, en Iguala Guerrero desaparece el gobierno a 43 estudiantes de la escuela normal para maestros de Ayotzinapa y se realiza el mismo proceso utilizado en la masacre de Tlatelolco ocurrida en 1968: los periodistas callan y apoyan al gobierno sin tapujos, fingiendo que no pasó nada, burlándose del dolor de los estudiantes desaparecidos y de sus familiares, el Estado dice que ellos no tienen la culpa de nada y se deslinda culpando a otros, por más pruebas que se presenten no hay solución a las desapariciones forzadas, las manifestaciones son criticadas por los medios, las instancias de gobierno inician con una mentira como en el 68 y de ahí empieza la desconfianza absoluta.
El gobierno no tiene memoria y por eso comete los mismos errores. En cambio nosotros hemos aprendido a detectar síntomas en el actuar del Estado y de sus funcionarios. Estamos seguros y pluralizo porque así se percibe, de que las desapariciones forzadas de los 43 estudiantes de Ayotzinapa fue realizada por el gobierno y no por el crimen organizado porque el gobierno mintió desde el principio al respecto indicando que había sido él, porque utiliza a la prensa de forma desmedida para corregir sus errores y sembrarnos la idea de que no fueron ellos, porque las investigaciones no avanzan y quieren ser cerradas con argumentos vanos y porque o se olvida el 2 de octubre ni el 71 ni las miles de veces que hemos sido reprimidos por el Estado cuando queremos alzar la voz y exigir un cambio verdadero en el sistema mexicano, que de tan repetido huele a cloaca.
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