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viernes, 7 de noviembre de 2014

CHANO: UN DICTADOR MUNICIPAL

El profe Chano, como se le conoce al presidente municipal de Naranjos-Amatlán, Veracruz, es un caso preocupante de intolerancia en nuestro país. Tal vez mucha gente piense que sólo es un presidente municipal y que no pasa de ahí, pero ya vimos que sí paso de ahí en el caso de Ayotzinapa municipio de Iguala, Guerrero; y mucho, tanto, que se ha vuelto un tema de índole internacional.
El profe Chano es intolerante y vengativo. Es un dictador y así lo ha demostrado. En la comunidad de Amatlán la gente lo "corrió" con ofensas y mentadas de madre porque fue a ese pueblo a imponer su ley y abrir el Auditorio acompañado de la Fuerza Pública sin tratar de abrirse al diálogo. Ya lo he comentado en otro artículo, que violencia genera más violencia y más si viene del presidente municipal que es a quien le corresponde protegernos como ciudadanos.
El hecho anterior no es aislado. El profe Chano, con enemigos por doquier, terminando una cabalgata en el municipio, fue a un campo de fútbol que todos conocemos por La Marina, donde se lleva a cabo una liga de dicho deporte, y entró a la fuerza y sin permiso a dicho espacio. El presidente llegó a La Marina con todo y caballos y abusando del poder que le da la envergadura presidencial del municipio entró, enfrentó a la comitiva del campo que se negaban a que entraran, los insultó y con su proceder les dijo "aquí mando yo". Nunca había escuchado expresiones en contra de un presidente como la de "Ese viejo está loco", que me hicieron pensar en el ya tan conocido presidente municipal de Iguala que mandó a matar a más de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
Algunas personas, panistas sobre todo, pensarán que exagero, pero no. El profe Chano no sólo ha cometido los actos violentos y prepotentes que he mencionado en las líneas anteriores, ¡no!, el señor presidente municipal  corrió a varios empleados sindicalizados del municipio sin importarle su carácter de sindicalizados, su antigüedad, su necesidad de trabajar y sus demás derechos labores, el señor argumentó cínicamente y lo hizo público, que con el despido de esos trabajadores se ahorrarían millones de pesos al año. El acto es violento y brutal, porque se cierra al diálogo y hace que se lleve a cabo su orden de despido, refugiándose ahora en la ley del municipio libre, que según él lo faculta, como lo faculta despedir a auxiliares del Ayuntamiento si no se disciplinan con él.
El profe Chano es un dictador que impone su ley a cualquier precio sin importarle acuerdos políticos o sociales y eso es peligroso no sólo para Naranjos-Amatlán sino para el Estado y para nuestro país. Alguien tiene que detenerlo: el gobierno del estado, el gobierno federal, el congreso del estado, los ediles del Ayuntamiento que hasta ahora no han hecho nada; o nosotros, el pueblo, porque de seguir así no dudemos que termine como el presidente de Iguala Guerrero: asesinando a sus opositores y destruyendo a sus familias como sucedió es el caso de Ayotzinapa. El profe Chano debe comenzar a dialogar con todos los sectores y dejar de imponer su ley. Debe de olvidarse del rencor, la venganza y la prepotencia y debe ceder un poco para que el municipio y sus habitantes se sientan nuevamente seguros. Debemos detenerlo, si no terminará como el alcalde de iguala José Luis Abarca, quien mandó a asesinar a más de 43 estudiantes que no hicieron nada malo, sólo oponerse a su mandato.
                                  
                                                             Cuitláhuac Chávez Salinas

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