El problema en
Amatlán es grave. El profe Chano, actual presidente municipal de
Naranjos-Amatlán ha obligado al pueblo de Amatlán a aceptar al presidente de la
Junta de Mejoras de esa comunidad sin importarle qué piensen los vecinos de la
misma. Apoyándose supuestamente en la Constitución, Chano rompió los candados
del auditorio ayudado por la fuerza pública. El acto es significativo pues está
demostrando que va a utilizar incluso la violencia para imponer su ley,
olvidándose completamente del diálogo, los acuerdos y la reconciliación.
Chano tendría
que leer un poco de historia para que se dé cuenta de la magnitud de su error.
Bastaría con que recordara la causa por la cual los indígenas en Chiapas
fundaron el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, dirigidos por el
Subcomandante Marcos, quienes exigieron y siguen exigiendo su autonomía como
pueblos indígenas y el respeto a sus usos y costumbres. Es lamentable pero real
el uso de la violencia para resolver asuntos de índole político, que deberían
resolverse con el diálogo. A veces es necesario incluso de prescindir de la
propia ley, la cual contempla actos jurídicos pero se olvida del contexto
político y humano, a veces más relevante.
El
incumplimiento de la reforma educativa en estados como Guerrero, Oaxaca y
Michoacán es una muestra de que se puede llegar a acuerdos para evitar la
violencia entre pueblo y gobierno, siempre en beneficio de la paz social. No
creo que las leyes municipales sean menos intocables que las de la República
Mexicana. Lo que demuestra el profe Chano con su proceder es una total soberbia
e insensibilidad política nacidas de la ignorancia política y social. El profe
Chano demuestra que llegó a la presidencia municipal engañando a la gente y mintiéndole
acerca de su actitud populista que obviamente la mayoría del pueblo de Amatlán
nunca le creyó y por eso le dio la espalda. Tal vez esa sea una de las causas
del profe Chano para tratar así al pueblo de Amatlán, pues seguramente le quedó
resentimiento que guardó de las pasadas elecciones. Si su actitud es una
revancha política tiene que analizar
varias cosas; entre ellas que ya pasaron las elecciones y que ahora es el
presidente municipal, la persona que debe velar por el pueblo de Naranjos, al cual
pertenece Amatlán; y otra cosa no menos importante: que su actitud intolerante,
bárbara y revanchista pasará a la historia de nuestro pueblo y será, si no
reflexiona, catalogado como uno de los presidente municipales más tiranos,
ignorantes y dictatoriales que hemos tenido en toda la historia de nuestro
querido municipio.
Yo tengo fe de
que el profe Chano al leer este texto reflexionará acerca de su proceder y
tratará de corregir algunos de sus errores; o de plano, seguirá hundiéndose y
arremeterá contra mí mediante los medios de comunicación diciendo barbaridades
de mí como lo hizo con el agente municipal de Amatlán y lo ha venido haciendo
con todos y cada uno de sus adversarios políticos desde que inició su
administración.
Cuitláhuac
Chávez Salinas
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