Publicidad

Publicidad
Este espacio puede ser tuyo

martes, 17 de septiembre de 2013

LOS MESES ENCONTRADOS

LOS MESES ENCONTRADOS
(Reseña del libro Anuario de Mario Torres)
Por Cuitláhuac Chávez Salinas  


Abro el libro de Mario Torres, escritor oaxaqueño de más de cuarenta años. Qué importa la edad, que importan los años. Los que importan son los meses, porque ellos se repiten sin cesar pero no vuelven. Mario Torres hace una introspección de los que llamamos meses y descubre particularidades en ellos que no son las imágenes trilladas de siempre: “la caída de las hojas”, “el frio de diciembre”, “las playas en el verano”. El andar de Mario Torres es más profundo. Los recorre en y con la memoria, los circunscribe y los encuentra posados en sí mismos. Es más, vive en ellos por un rato y nos cuenta su fatídica experiencia.
Los meses son doce pero Mario encuentra al año que los envuelve y le hace un poema. Lo halaga y después lo desmiembras y lo hace pedazos, Se busca en él y se encuentra en los meses y hace un anuario lleno de colorido. En el anuario se mezclan las imágenes poéticas con las visuales, hasta el punto de no atreverte a decir cuál es cuál. Llegas por un momento hasta olvidarte del poma, tan saturada es la imagen, que no acompaña a l poema si no que es otro poema. La imagen te lleva al mes y te regresa al año. Te mueres un instante como todo se muere y resucita a los tres días como Jesucristo para decirte lo que se siente andar por el poema.
A mí me gustan todos los meses y me gustan sus imágenes y sus colores, porque Mario Torres y Amador Montes le ponen color a cada mes y le dan una textura especial a cada uno de ellos. Colores e imágenes poéticas coinciden y se entrelazan jugando a ser uno mismo. Un juego nadamás que se descubre con un mirada profunda y una lectura pertinaz. 
A mí me quedan ideas específicas de cada poema, que enero no es enero sino diciembre, que en febrero hay día para regalar todavía, ya sea para morir o para vivir. De marzo me acuerdo del verde y abril del tiempo: “¿Qué me das por este mes, si lo devuelvo a tiempo?, ¿Qué me dan si lo devuelvo al tiempo?, qué me dan si les devuelvo el tiempo? Abril es superlativo, trasgresor y llena de recuerdos. Cuando lees Abril te olvidas de la imagen por completo y te urgen las palabras vertidas en recuerdos. Yo me quedo con abril porque en él encontré todos los años. Pero es cuestión de gustos, Mario Torres y Amador Montes te dan a elegir para que te quedes estacionado también en el café de mayo o en el azul de agosto que transmite oración y movimiento.